AÑO DEL CENTENARIO

Celebrar un aniversario siempre es una oportunidad para volver sobre nuestras raíces con profundo agradecimiento por toda la vida que ha generado la entrega de Santa Rafaela María. Es una ocasión para hacer memoria y seguir bebiendo de las fuentes que nos han nutrido.
Un año para adentrarnos en las virtudes que hicieron de ella una santa: su profunda libertad, al buscar “solo y solo la voluntad de Dios, y siempre”; su entrañable unión con Jesús, verificada en todo lo que vivía. Su vida se fue haciendo cimiento capaz de sostener y permitir que el edificio crezca. Santa Rafaela fue una mujer que supo escuchar a Dios. Aprendió a hacerlo en largas horas de contemplación silenciosa ante Cristo Eucaristía y también aprendió a escuchar a Dios en la vida, en los encuentros con las personas y en la lectura de los acontecimientos que iba viviendo. Creo que hoy nos diría: “Mirad al Corazón de Jesús para, desde su Corazón, abrazar todo lo que Jesús abraza”. ¡Cómo nos hablaría hoy y cómo resonarían en ella las fracturas de nuestro mundo, la realidad de la movilidad humana y sus desafíos, la sinodalidad!”  Rosario Fernández Villarán. Carta 6/01/2024

Rafaela María, mujer, Esclava del Corazón de Jesús, amiga y compañera.

Cien años creciendo tu árbol, ese que un día plantaste con la M. Pilar, enraizado en Jesús Eucaristía.

Hoy, con agradecimiento, contemplamos sus frutos, diversos, maduros, de colorido variado, unos suaves, otros intensos, pero todos frutos de Reparación, de Vida, de promoción, de amor.  

Tu árbol querido se viste de hojas que se renuevan al ritmo de las estaciones, como se renuevan con ilusión y esperanza las tareas, los compromisos, los sueños de todos los que te seguimos: Esclavas, Familia ACI, colaboradores y amigos…

Gracias Rafaela María porque nos sigues cuidando, atenta al riego que necesita tu árbol, intercediendo ante el “Jardinero” que cada día nos llama a seguirle porque quiere que, con Él, seamos felices.